
Tanto la actividad plástica como la escritural, son tareas que los niños y adolescentes desempeñan cotidianamente en distintos contextos. Estas acciones psicomotrices juegan un papel expresivo altamente dinámico, que complementa la comunicación verbal y gestual del menor y auxilia a los adultos cuando estos buscan develar aquellos aspectos cognitivos, emocionales e inconscientes de la psiquis infantojuvenil.